martes, 17 de marzo de 2009

FAC NECESSARIA, NIHIL EXPECTA



Con el apoyo de este lema, no sé si en el mejor latín posible, soporté cuatro años de estupidez entronizada en el poder. Pero poder de verdad, el de escalafón y tentetieso, el de esto se hace así porque soy obtuso y lo celebro, porque puedo y mando.


No resulta fácil reducir el caletre al nivel de los tontos, pero peor es tener que bajar al de los hijoputas resabiados. Doy fe.


Yo, como suele sucederme, estaba en medio. Y había que aguantar. Y aguanté carros y carretas, pero los otros también se llevaron lo suyo, que no soy persona bonancible, de las de poner la otra mejilla. Eso lo dejo a los evangélicos y a su verborrea. Fíese usted de tanto corderito.


Suelo comentar que en ciertas situaciones uno averigua hasta qué punto es canalla y hasta qué punto excelente persona. Me sucedió redactando algún cuento de PARECE SEPTIEMBRE y también en mis dos trabajos anteriores en poblachos de mala muerte. Auténticos descensus ad inferos que preferiría evitar en lo sucesivo.


Por el momento, la tormenta ha pasado y el latinajo me parece irrebatible como programa de vida y de creación. Tiempos llegarán en que vuelva a utilizarlo, como si lo viera. Y seguro que en el ámbito literario funciona igual de bien que en el personal.

HAZ LO QUE DEBAS; NO ESPERES NADA.

Pesadez



Por cierto: ¿todavía hay alguien que no ha reparado en la evidente ironía del título "El mejor autor desconocido"? ¿Se puede ser más bobo? ¿Y más pesadito?


sábado, 14 de marzo de 2009

Poetas serios







No os preocupéis: hoy no voy a pontificar. Pero me parece que ya está bien de aficionados. Si queremos emoción, nivel de escalofrío, autentico zarpazo de sensibilidad, tendremos que leer a los grandes.

Por mi parte, no soporto con demasiada paciencia las melancólicas tontunas que nos quieren hacer creer cosa imprescindible. Son demasiados, reciben demasiados galardones podres y ya ni se esfuerzan por parecer originales.

Por debajo de los 45 sólo conozco una persona que -a veces- me deja boquiabierto: Lorenzo Oliván. Reproduzco una joyita -y no la mejor- de su último libro, "Hilo de nadie":

LEJANÍA DE UN RITMO

No sé nunca quién llama
desde detrás del pulso

Pero levanto
mi ardiente piel expuesta
a todo
sólo sobre su son

Vivo abierto en el aire
sobre la lejanía
de un ritmo que se basta
a sí mismo
a sí mismo

que desemboca en mí
o en el que desemboco

Lato
leve
en su voz


Pero ayer leía a Wallace Stevens -"La roca"- y me encontré con:

UN ANCIANO DORMIDO

Están los dos mundos dormidos, están durmiendo ahora.
Un enmudecimiento los domina en una especie de solemnidad.

El yo y la tierra: tus pensamientos, tus sentimientos,
tus creencias y tus descreencias, toda tu peculiar trama;

la rojez de tus rojizos castaños,
el discurrir del río, el discurrir del amodorrado río R.


Y luego un detalle idiota me recordó al clásico:

¡Ay Floralba! Soñé que te... ¿Dirélo?
Sí, pues que sueño fue: que te gozaba.
¿Y quién, sino un amante que soñaba,
juntara tanto infierno a tanto cielo?

Mis llamas con tu nieve y con tu yelo,

cual suele opuestas flechas de su aljaba,
mezclaba Amor, y honesto las mezclaba,
como mi adoración en su desvelo.

Y dije: «Quiera Amor, quiera mi suerte,

que nunca duerma yo, si estoy despierto,
y que si duermo, que jamás despierte».

Mas desperté del dulce desconcierto;

y vi que estuve vivo con la muerte,
y vi que con la vida estaba muerto.

¡Qué le vamos a hacer! La verdad es que me dieron muy poquitas ganas de seguir sufriendo mindundis.

lunes, 9 de marzo de 2009

Personajes




Durante los períodos de latencia siento a los personajes de la novela un poco aturdidos, varados en medio de una acción. Lo mismo les sucedió a Don Quijote y el vizcaíno durante varios capítulos sin que mediara la mínima queja, podría argüirse, pero en mi caso se oponen más. Se sienten más abandonados.

Hay un murmullo inconsciente que los activa "en la parte trasera del cerebro", como suelo indicar de modo bien impreciso. En realidad, no es ahí donde se exaltan, donde esperan con voces mal contenidas. Creo que se trata más bien de una de las periferias de la inteligencia. La que escinde el mundo de lo real y se adentra en la materia pura, la que sólo me importa y en la que soy capaz de existir, aunque de un modo extraño que a veces ni yo reconozco.


De vez en cuando surge una idea inusual, la contradicción apenas intuída que me asedia durante unas horas. Después, el silencio se ha teñido de reproches. Tengo que hacerles caso de nuevo, tengo que dejarles actuar. El viaje no ha acabado, replican. ¿Acaso no te interesa saber lo que hemos hecho mientras dormías?
Sí y no. Estoy interesado, como siempre, pero ahora me da más miedo.

domingo, 8 de marzo de 2009

Amistades

La amistad deja un resto agridulce en la memoria que nos lleva a repetir. Siempre hay una frase truncada a la que desearía ver el rabo. O ese pequeño placer, ese contacto que ratifica el momento y las cuerdas que nos amarran, aunque nunca tan fuertemente como debieran.

Es cosa de temperaturas, cierto, pero no ofende si la sopa llega tibia a los labios. Tampoco si alguna vez nos ha esquilmado el paladar y hace falta tiempo y distancia para volver a saborearla.

Creo que voy a hacer una llamada.

viernes, 6 de marzo de 2009

En la Ribera de Navarra, por supuesto


Letrero en la puerta de una barbería:
"SE AFAITA Y SE REGUVENECE QUE PAECE MENTIRA"

miércoles, 4 de marzo de 2009

De vivir



Algunos días establezco referencias. Otros, salto por los aires las tablas de la norma.

Reducido al ghetto perplejo de la observación, la voz que habita al fondo fermenta y gruñe airada, como si el culpable de ser tan José Mª fuera sólo yo.

Sé que existieron andamios en los que me columpiaba, considerándolos eternos. Cuando ciertos obreros míos los retiraron, parte de la fachada fue cayendo.

Hoy mismo he visto derrumbarse un atlante labrado en yeso que andaba cariado desde las últimas lluvias, las que dijiste que no me harían ningún mal.

Qué podría decir en mi descargo: Me tengo que concentrar.

Pero es que me tengo que concentrar.